Antonio Pérez
- Rosa de Julio
- 2 abr
- 2 Min. de lectura
Podría hablar de las siete colinas de Toledo, Roma o Madrid
Pero quiero hablar de Antonio Pérez.

Singular personaje que eligió para vivir su amada Cuenca y como dice un amigo mío, que para morirse solamente hace falta estar vivo, pues eso hizo Antonio, se murió, por supuesto en Cuenca.
Era un ser extraordinario, culto, arrogante, presumido, con chispa, divertido, genial
Un ser que hubiera enamorado por su forma de hablar y de mover las manos, a cualquier dama, pero como era de la vieja escuela prefirió siendo gay no salir del armario.
Amigo/asistente de Antonio Saura, hizo una colección de arte que ni el mismísimo museo de arte abstracto de Cuenca, posee.
Gracias a su ojo de águila, o le regalaban cuadros los más grandes como Barceló, Gordillo, Saura, Zóbel....
También tenía una gracia especial para formar “obras de arte" que llamó “objetos encontrados " que por supuesto no eran tales.
Era lo que el diosito de la cerveza disponía en cada momento
Antonio se tomaba una lata de coca _cola, se subía a la zona de arriba de Cuenca, poco transitada, y la ponía junto con otras cositas en la carretera y allí, sentado en una piedra grande, pacientemente y tomando el sol de invierno, esperaba a que algún camión de gran tonelaje pasase. Tarde o temprano sucedía.
¡Las ruedas aplastaban los objetos y oh! Milagro, Antonio los convertía en pseudosauras y pseudotodo y así con todos los objetos encontrados.
El proceso continuaba, orinando en el objeto y poniéndolo al sol de su terraza de la calle San Pedro, donde Antonio tomaba todos los días del año, baños de sol desnudo
Persona maravillosa, única, iluminada por los hados, pero nunca diré que era buena persona.
Personas bondadosas abundan, pero tocadas con la varita mágica de vivir en una época en París y ser cofundador de la revista “ruedo ibérico " en la librería donde trabajaba.
Conocer a Saura, Ramón Chao, Zóbel, Gil de Viedma, Millares, Equipo Crónica, caminar junto a, Guerrero y otros intelectuales del grupo "el paso "
Donde además de política, se hablaba de Cuenca esa ciudad misteriosa que nadie creía que existía y donde podías esconderte y pasar casi desapercibido
Por ellos Antonio se ahincó en Cuenca y Cuenca la bella, la de las "tetas de mora ", la de las extraterrestres, la de las comidas pantagruélicas, se ahincó para siempre en Antonio Pérez.
Te amoooooo Antonio Pérez
Sigüenza 13 de junio de 1934
Cuenca 24 de diciembre de 2024
Rosa de Julio.
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