Empotrador
- Rosa de Julio
- 7 may
- 2 Min. de lectura
Como todo el mundo va a hablar del ciberataque que es un tema más que sesudo, yo voy a hablar de la palabra "empotrador" palabra muy manida en estos últimos años por nosotras, las mujeres.
Me dijo alguien que esa palabra había existido siempre, pero que no se decía, que se hacía, pero no me comentó nada sobre las mujeres empotradoras, es más me dijo que no existían...
Yo siempre pensé que el empotrador era, por ejemplo. Ese rudo camionero que conduciendo por esas nubladas curvas de la Galicia profunda se salía del quitamiedos y chocaba fuertemente contra la pared de una casa de piedra y acababa en el comedor de la casa donde estaban a punto de deleitarse con un maravilloso caldo gallego.
También pensaba que era, por ejemplo. Cuando una ambulancia pone la sirena y forma tras de sí, una fila de coches ansiosos por llegar antes a destino....
Hasta que la ambulancia frena en seco y los “empotradores", se empotran y disculpen la repetición, contra la ambulancia o también que se llamara empotradores, a los que practican sexo dentro del armario.
¿Es empotrador el animal que realiza las biopsias de próstata sin delicadeza y lo que es todavía peor, sin anestesia?
Empotrador es el ginecólogo viejuno, que te mira con desprecio, ese de las S.S. (no tiene nada que ver con los nazis) e introduce dentro de tu cuerpo, sin previo aviso y sin ninguna delicadeza, un aparato frío, delgado y largo.
El dentista que pide ayuda para arrancarte una muela porque tienes las raíces largas y entrecruzadas
En fin, muchas cosas y lo que si ya sabemos es que las niñas los prefieren empotradores y lo que eso significa.
Pero también, yo creo que existen las mujeres empotradoras.
Esas que no dejan, que sus maridos se desahoguen en el bar con los colegas.
Las que nada más cobrar el salario, lo distribuyen a su antojo.
Las que no dejan a los hombres vivir con dignidad.
Las que, por el hecho de ser mujer, se merecen todo.
Las que "empotran" sibilina y mentalmente al hombre entre su yo y sus vanidades, alejando a su pareja de su propia familia.
Las que castigan al hombre “sin sexo"
Las que manipulan a sus hijos contra su propio padre.
Las que, tantas y tantas cosas que, en definitiva, es verdad que siempre ha existido esa palabreja.
Rosa de Julio

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